Asesores/as familiares de Acogimiento
Los/as asesores/as familiares del servicio de Acogimiento trabajan con los niños, niñas y adolescentes con la finalidad de acompañar y apoyar su desarrollo integral, a la vez que asesoran y acompañan a las referentes de cuidado.
Entre sus tareas se encuentran la elaboración de diagnósticos, el diseño y monitoreo de los planes de desarrollo individual (PDI) de cada niño, niña o adolescente, la promoción de su participación en la toma de decisiones vinculadas a su desarrollo, la coordinación con centros educativos y su integración en actividades extracurriculares, así como el apoyo y la capacitación de las referentes de cuidado.
Por otra parte, también deben promover la relación permanente de los/as niños, niñas o adolescentes con sus familias y facilitar los procesos de revinculación y reintegro (siempre que se asegure su interés superior).
Los/as asesores responden: ¿qué es lo más gratificante y lo más desafiante del trabajo?
“El vínculo es lo más gratificante que se puede lograr en esta relación con los niños, niñas y adolescentes, con las referentes de cuidado y con el equipo de trabajo. Es un desafío enorme poder alcanzar logros y objetivos que nos proponemos cotidianamente, aunque no siempre son alcanzables. Nuestro rol implica tener mucha perseverancia, constancia y audacia para superar y sortear los obstáculos que se van presentando.” (Karina López, asesora familiar del Programa Montevideo)
“Lo más gratificante del trabajo reside en la promoción de autonomía, mejorar la comunicación, la buena convivencia, la participación. Es un trabajo que implica mucho compromiso y a la vez que moviliza mucho por las historias de vida que tienen los niños y niñas. Lo más desafiante es mantener una distancia óptima para poder intervenir, acompañando y sosteniendo.” (Analía Spezzano, asesora familiar del Programa Montevideo)
“Tenemos un rol en el engranaje organizacional que media en lo que respecta a la comunicación y la información. Estamos cotidianamente en contacto directo, con un vínculo muy fuerte y bueno con las referentes de cuidado, con los niños, niñas y adolescentes. En cuanto a los desafíos, nos gustaría avanzar un poco más en otro tipo de dispositivos o propuestas como pueden ser actividades grupales, talleres, que se han hecho algunos puntuales. Nos interesa poder trabajar más esa línea y que se pueda repetir año a año como una línea de prevención.” (Guillermo Herrmann, asesor familiar del Programa Salto)
“Lo más desafiante de la tarea es trabajar desde la prevención y respetar las planificaciones, ya que terminamos interviniendo sobre los diferentes emergentes que surgen a diario. Otro gran desafío es mantener la distancia óptima para poder pensar las diferentes situaciones e intervenir de modo objetivo y no desde el afecto que se genera con los niños, niñas y adolescentes. Lo más gratificante de nuestro trabajo es verlos superarse a pesar de las diversas situaciones traumáticas vividas y las diferentes demostraciones de afecto que nos brindan: un dibujo, un ‘te quiero’ un ‘te extraño’.” (Tania Curbelo, asesora familiar del Programa Canelones)
“Los aspectos más desafiantes son trabajar diariamente con diferentes problemas que presentan cotidianamente los niños, niñas y adolescentes y tener el tiempo de calidad necesario para abordar dichas situaciones. Poder compartir con ellos el esfuerzo por salir adelante y superarse día a día a pesar de las diferentes situaciones difíciles por las que han transitado es muy gratificante, así como también el cariño y afecto que nos demuestran a través de sus acciones y palabras.” (Fernanda Passeggi, asesora familiar del Programa Canelones)
“Personalmente, lo más gratificante es cuando vemos que los procesos iniciados van pudiéndose cumplir, logrando que cada uno de los niños, niñas y adolescentes se sientan bien, estables emocionalmente y cumpliendo logros propuestos por ellos mismos. Gratifica mucho cuando se trabaja sobre el autocuidado y después se puede observar a través de sus conductas y discursos que esas nociones están siendo adquiridas. Creo que esto también es parte del desafío del trabajo: contribuir a un cuidado de calidad para cada niño, niña o adolescente acogido, pensando en un futuro saludable para ellos.” (Laura Germino, asesora familiar del Programa Florida)
“Desde mi experiencia, la construcción de vínculos de confianza y reciprocidad con los niños, niñas y adolescentes, así como con las referentes de cuidado, constituyen dos de los aspectos más gratificantes en mis tareas cotidianas. Esto hace posible y facilita el trabajo en el desarrollo de potencialidades en cada niño, niña y adolescente, lo cual favorece que logren transitar con disfrute y motivación por los distintos ámbitos de inserción, incrementando así su capital social. Dentro de los aspectos más desafiantes se encuentra el establecimiento de objetivos adecuados a las realidades de cada niño, niña o adolescente, a propósito de no frustrarlos a ellos ni frustrar el proceso de trabajo con cada uno.” (Ítalo Guma, asesor familiar del Programa Montevideo)