Verano en el Programa Montevideo
Salidas a la playa y a los parques, circuitos de juegos y hasta la conformación de una comparsa son algunas de las actividades del Programa Montevideo para los/as participantes.
Desde mediados de diciembre y hasta fines de febrero, el Programa Montevideo implementa un plan de verano para ofrecerle a los/as niños, niñas y adolescentes participantes de la modalidad de Cuidado Residencial actividades y propuestas recreativas para las vacaciones.
El plan incluye dos líneas de trabajo. Por un lado, cada núcleo de convivencia (integrado por participantes y referentes de cuidado) organiza y realiza paseos al aire libre, salidas a comer e idas a la playa. En estos casos, los equipos evalúan las frecuencias de las salidas, verifican el cumplimiento de los protocolos y estiman los apoyos necesarios. También se planifican visitas a una casa de veraneo en Piriápolis, donada por la Fundación Pedro Visca y gestionada por el Programa. Estas salidas se organizan de forma tal que cada núcleo de convivencia pueda disfrutar al menos una semana de las instalaciones.
Por otro, se programan actividades con un enfoque más comunitario e integrador, llevadas adelante por tres equipos: el equipo técnico, el equipo pedagógico y el equipo socioeducativo.
Dos de las psicólogas del equipo técnico trabajan con frecuencia semanal en las mañanas con grupos reducidos (menos de 10 integrantes), que se dividen según franja etaria y perfiles de los/as participantes. Realizan actividades plásticas y recreativas al aire libre y circuitos de juegos.
Por su parte, el equipo pedagógico, integrado por tres maestras, trabaja también con grupos reducidos y desarrollan actividades plásticas y de manualidades y talleres de cocina.
El equipo de educadores/as trabaja a contraturno (en las tardes y las noches) durante todo el año con actividades integradoras para los/as participantes y apoyando a las referentes de cuidado. En la casa Espacio para Todos y Todas llevan adelante propuestas culinarias y también se está acondicionando el espacio con la ayuda de los/as participantes. Para febrero está previsto que se coordine un ciclo de talleres de circo y la conformación de una comparsa.
El plan de verano se piensa en función de las visitas a la familia o vínculos significativos de los/as participantes de la modalidad de Cuidado Residencial. Durante las vacaciones, y según el proceso de cada niño, niña y adolescente y sus familias, las visitas que durante el año se limitan a los fines de semana (debido a las actividades educativas) se pueden extender de forma progresiva con el objetivo de facilitar las revinculaciones y reintegros familiares.
Este año, además, el desafío de la emergencia sanitaria obligó a repensar las actividades que años anteriores contemplaban salidas al cine, al tablado y a los teatros. Por eso fue necesario adaptarlas a otros espacios y apuntar a grupos reducidos.
Foto: Judith Buethe
